domingo, 24 de octubre de 2010

Acotaciones sobre el transporte público

No sé por dónde empezar porque hay muchas cosas que decir al respecto, así que simplemente las soltare sin ningún orden en particular, será como me vengan a la mente:

- El transporte público es incomodo, el mismo nombre insinúa el término de tu privacidad. Vas leyendo y nunca falta el chismoso que se asoma por arriba de tu hombro para ver de qué se trata. Lo menciono porque me lo han hecho, hasta me han pedido el periódico completo para terminar de leer la noticia. Aunque tengo que admitir que yo también he aplicado la del papel del chismoso, es que cuando ya vas ahí en el vagón, pensando en la inmortalidad del cangrejo no hay nada más interesante que voltear a ver cómo se entretiene el de al lado.
- Ahora bien, hablando de entretenimiento... creo que si algo nunca, o casi nunca, falta en el metro es precisamente esto: el entretenimiento. Tenemos payasos, cantantes (de todas las edades), músicos (de una amplia variedad de géneros), bagoneros (vendedores de todo tipo de cosas) y una bofetada de realidad cada vez que vemos gente pidiendo limosna. De esto último me retracto no debería haberlo puesto en entretenimiento, es una falta de respeto, pero obligadamente tendría que ponernos a reflexionar sobre la sociedad y nuestra propia existencia ver este tipo de escenas.
Cada uno de estos trabajadores del entretenimiento debe tener su respectiva acotación. Primero: payasos, sí, me han tocado varios y nunca les he dado nada, los odio. Pero no es sólo porque su actuación se mala, ni que sus chistes sean horriblemente repetitivos y faltos de gracia, sino porque de verdad los odio. No me gustan los payasos en general, no particularmente los del metro. Segundo: cantantes y músicos, los he visto de todas las edades y géneros variados. Desde el canturreo más chirriante a la interpretación más notable; desde él que apenas le queda voz al violinista profesional; desde el que realiza el mínimo de movimientos hasta las que llevan todo un performance (las "chicas gagas" por ejemplo), etc.
Tercero: bagoneros, una gran diversidad de vendedores. Están los que venden discos de música(los más), películas, juegos para computadora, juegos para celular, videos musicales, programas para aprender inglés; los vende libros: recetas de cocina, chistes, reglas de ortografía, crucigramas, sopa de letras, papiroflexia, guías roji, etc. También están los que venden periódico, jueguitos como cubos de rugbi, dulces, chicles, galletas, chocolates, alegrías, y en fin cualquier chunche que llegue a crear una necesidad para el consumidor, como buenos vendedores que son.

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