viernes, 26 de noviembre de 2010

El club del emperador

"La gran ambición y la conquista sin contribución al bien común no tienen ningún valor."
Sutrumna Hunte, soberano de la tierra de Elam, el que destruyó Sibar. Sutrumna Hunte ha sido totalmente olvidado, no como Aristóteles, Cesar, Augusto, Platón, Cicerón, Sócrates, hombres cuyos méritos sobrevivieron a su época e incluso sobrevivirán a la nuestra. Su historia es nuestra historia.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Si no quieres nada, no eres nada

"Si no quieres nada, no eres nada, sólo dejas que te lleve la corriente"
Encuentro esta frase de la película Twelve bastante parecida a la que nos repite algún profesor en clase, no recuerdo las palabras exactas pero creo que va algo así "si no sabes a dónde quieres llegar, es porque ya llegaste" ó lo que es lo mismo: si no tienes ambiciones te vas a quedar estancado donde estás.
No estoy totalmente de acuerdo con esta posición de estar fijandote metas constantemente porque a veces pienso que tanto pensar en el futuro no te deja tiempo para disfrutar el presente. Sin embargo, tengo que admitir que más allá de esta tendencia que necesariamente hace pensar en el progreso, el desarrollo, el escalar posiciones en la vida, etc., (bueno al menos es a lo que a mi siempre me recuerda), está bien el plantearse objetivos. No con la intención de querer ser siempre el mejor ó destacar frente a los demás, sino hacerlo por uno(a) mismo(a). Encontrar un motivo que te haga proseguir el día a día de manera gustosa, simplemente eso.

viernes, 19 de noviembre de 2010

An education

Enseñanza de vida, es la traducción que hicieron al castellano de An Education, una película británica ambientada en Londres durante los años sesenta que trata la historia de una joven estudiante que deja sus estudios preparatorios a la universidad para casarse con un hombre mayor que le promete entregarle el futuro que siempre ha deseado.
Sí, lo sé, historia repetídamente contada. Sin embargo, lo que me ha llamado la atención de la película no ha sido la trágica historia de la chica, sino la atención que se ha puesto a la cuestión de la educación.
Jenny, la protagonista, es una estudiante de preparatoria en una escuela sólo para jovencitas, que vive con el único propósito de entrar a la Universidad de Oxford. Toda su vida se ha esforzado por mantener sus notas altas y ser la mejor de su clase. Así se lo han dichos sus padres hasta el cansancio y así se lo han hecho notar sus profesores.
Pero Jenny tiene otras ambiciones para sí misma. Su conocimiento le ha hecho sentir curiosidad por el mundo que se extiende más allá de Inglaterra. Quiere estudiar Letras, graduarse y mudarse a Paris, ciudad prometedora, de cultura, en la que cree podrá encajar más con su estilo de vida bohemio.
Ya tenía un plan de vida perfectamente idealizado hasta que conoce a David, un hombre maduro que la invita a conciertos de música clásica y restaurantes caros, a tiendas de ropa, a las carreras, a las apuestas, le enseña otra cara del mundo del arte y sobre todo la lleva a Paris, es decir, le ofrecerle de inmediato la vida que siempre había querido tener.
David parece ser la persona ideal para Jenny y ella parece serlo para él por eso le propone matrimonio. Aquí es donde comienzan las dudas de Jenny. Cuando le pregunta a sus padres su opinión al respecto ellos dicen estar conformes con que se case si será con una persona como David porque tiene dinero. Sus padres le exigian estudiar hasta el cansancio porque algún día tendría que trabajar y mantenerse ella misma, pero si se casaba con una persona como David ya no tendría que hacerlo porque él la mantendría.
Así de fácil era que se cayera toda una concepción de vida ¿dónde quedaba entonces su educación? ¿de qué le servía un título universitario?
Jenny asumió que era lo mejor porque si no accedia en ese momento quizá nunca más tendría una nueva oportunidad de obtener la vida que ella quería para si misma. De todas formas si estudiaba Letras lo más probable era que terminara siendo profesora en un colegio como en el que estaba y el cual odiaba. La decisión de Jenny fue entonces renunciar a todo lo que tenía para irse con esta nueva persona.
Al final ocurre algo más que la hace reflexionar, la película al fin y al cabo debe dar una lección. Pero la lección no es sólo que Jenny se arrepienta de sus errores sino como ella misma lo dice en uno de sus diálogos en momentos como ese a la Academia, a los encargados de la educación, a la sociedad, se le acaban los argumentos, por eso es mejor que renueven continuamente su forma de sustentarlos.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Barbie

Ya se acerca la navidad y día de reyes... recuerdo que de niña era la temporada que más esperaba con ansía, pero no por el espíritu navideño y esas cosas porque realmente en mi familia nunca hemos celebrado la navidad como es debido, sino por los juguetes.
Yo si era de esas que escribian la cartita y luego la mandaban a volar con un globo de elio con la esperanza de que la leyeran los reyes magos, hasta les dejaba comida en la noche por si tenían hambre, era yo una niña muy considerada.
Siempre quise una pista de carreras, muchos carritos y uno de esos camioncitos para cargar tierra pero nunca me trajeron nada (porque era niña), en lugar de eso cada año me traían una muñeca, así que tuve muchas barbies.
Al final no me desagradaban tanto, me entretenía jugar con ellas, particularmente el vestirlas. Lo más padre de las barbies es cuando las pones bonitos, lo cual he podido comprobar después de consultarlo con varias chicas que mantienen la misma opinión. Peinarlas, cambiarlas, pintarlas seguramente se lleva el 70% de la diversión.
Con las barbies, yo creo que ahí es donde nace el consumismo y los complejos femeninos. Ahí comprendes porque una mujer debe estar bonita, porque debe ser delgada (si se puede rubia), una profesionista, una buena ama de casa, una buena hermana mayor, una linda novia, una buena hija, y más recientemente una experta en moda (es que la ropa de barbie ya es de diseñador). Barbie, toda ella, completita, es una mujer que se va adapatando a la época, por eso es que ahora no sólo es guapa, también es una "exitosa" profesionista.
Las niñas aprenden de ella, yo aprendí de ella, así que pese a que no fue parte de mis juguetes preferidos de niña la defiendo porque prefieron una Barbie que una Bratz. Esas si se ven como zorras.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Zombieland

Zombieland, como ya lo dice el título, es una película de zombies. Sin embargo, pese a tener nombre de película "B", no es un film ni de bajo presupuesto, ni de terror, ni de suspenso. Es una comedia, pero no al estilo tradicional gringo de parodias simplonas, faltas de gracia (porque hay que aceptarlo, a veces los gringos tienen un humor bastante tonto). No, Zombieland no tiene nada de eso, por el contrario, el humor es negro y bastante ingenioso, pese a conservar clichés propios de un film zombie y una comedia para adolescentes.
La historia se desarrolla en el Estados Unidos actual (¿cómo no?), con la carácteristica de que todos se han convertido en zombies hambrientos como consecuencia de una enfermedad derivada del mal de las vacas locas. Un estudiante de universidad, Columbus, parece ser el único en su ciudad que ha logrado sobrevivir al ataque zombie y ahora viaja de este a oeste, a lo largo del país, con la esperanza de encontrar a su familia. Pero no ha logrado sobrevivir por su gran fuerza o destreza, sino por la obediencia estricta de una serie de reglas que él mismo se ha inventado para poder sobre llevar la situación (aquí les pongo algunas de las que menciona la película):
1. Realizar ejercicios cardiovasculares (hay que estar en forma para correr lo suficiente cuando sea necesario)
2. Rematar (si ya has derribado a un zombie y no estas seguro de que haya muerto, no lo dudes, tienes que rematar)
3. Tener cuidado en los baños
4. Usar el cinturón de seguridad
7. Viajar ligero
8. Estar al lado de un tipo fuerte
17. No ser un héroe (por ningún motivo hacerse el valiente para impresionar a alguien más)
18. Hacer ejercicios de calentamiento
22. Asegurar las salidas (para tener claro por donde escapar)
31. Revisar siempre el asiento de atrás
32. Disfrutar las pequeñas cosas de la vida
En su camino, Columbus se encuentra primero con Tallahassee, un tipo rudo que sólo disfruta dos cosas más que nada en el mundo: matar zombies y los twinkies; después con Wichita y Little Rock, unas hermanas que se aprovechan de los dos primeros, haciéndolos pasar por grandes apuros y retroceder en su camino hasta un parque de diversiones; y por último, con un famosísimo actor que se interpreta a sí mismo, en una secuencia genial y del cual no voy a mencionar su nombre sólo con el ánimo de que vean la película.
Terminare diciendo que Zombieland no es sólo una buena película de zombies o una buena comedia, sino que es verdaderamente una buena película porque además es una gran producción (como toda película hollywoodense) y un buen soundtrack.